VALLADOLID, 16 de junio.

La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se compromete a vigilar de cerca los acuerdos que ha establecido Azucarera, especialmente después del reciente anuncio sobre el cierre de la planta de La Bañeza, en León. Entre las promesas realizadas, la empresa ha garantizado que los agricultores “no experimentarán ningún cambio negativo” y que asumirá los gastos logísticos asociados al transporte de la remolacha hacia la fábrica ubicada en Toro, Zamora.

Durante una sesión extraordinaria del Consejo Regional Agrario, la consejera María González Corral enfatizó la importancia del seguimiento efectivo de estos compromisos, asegurando que estarán atentos a los resultados tangibles más que a meras declaraciones. “Vamos a mantenernos vigilantes y exigentes respecto al cumplimiento de lo acordado por la compañía”, subrayó González Corral.

La consejera también abogó por una revisión crítica de las políticas de Azucarera, solicitando que la empresa mejore su enfoque hacia el sector de la remolacha y el azúcar. Resaltó la necesidad de que el sector agrario de Castilla y León logre “una mayor autonomía” en el mercado azucarero, instando a enfocar esfuerzos en el cultivo de la remolacha como un pilar fundamental.

Asimismo, fuentes del Gobierno regional confirmaron que las organizaciones profesionales agrarias (OPA) han expresado su “preocupación” respecto a las implicaciones futuras de esta situación en las cosechas de remolacha. La consejera se ha comprometido a llevar esta inquietud directamente a la atención de Azucarera.

González Corral también informó a los representantes de las OPA sobre las acciones realizadas por la Junta de Castilla y León, que han incluido reuniones con los trabajadores y la dirección de Azucarera, en las que participó el presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, para abordar estos desafíos de forma conjunta.