VALLADOLID, 27 de marzo.

En un reciente anuncio, el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, ha alertado sobre las posibles repercusiones negativas que la implementación de aranceles del 25% a los vehículos importados por parte de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, podría tener en la economía de Castilla y León. Esta región, que depende considerablemente del comercio internacional, tiene casi el 40% de sus exportaciones ligadas al sector automotriz.

Durante una rueda de prensa celebrada tras la reunión del Consejo de Gobierno, Carriedo destacó que Castilla y León es una de las pocas comunidades en España que presenta un saldo comercial positivo, dado que alrededor del 30% de su economía se sustenta en las exportaciones. El año pasado, la región alcanzó un hito histórico con más de 5.000 millones en este ámbito.

El consejero enfatizó la importancia crucial de Estados Unidos como socio comercial y la relevancia del sector automotriz en la economía regional. Destacó que cerca de un 40% de las exportaciones de Castilla y León hacia el país norteamericano tienen relación directa con esta industria, lo que subraya su papel vital en el crecimiento económico de la comunidad.

Con ello, advirtió que cualquier alteración en este sector, que es "esencial" para la región, no puede considerarse favorable. La dependencia del 40% de las exportaciones al mercado estadounidense nos indica que medidas como estas afectan directamente a un pilar fundamental de la economía local, lo que podría tener un impacto considerable en su capacidad productiva.

La situación también repercute de manera indirecta, dado que Castilla y León se dedica a la producción de numerosos suministros y componentes que son enviados a importantes fabricantes de automóviles en países como Alemania, Francia e Italia. Por lo tanto, cualquier variación en las tarifas comerciales con Estados Unidos podría generar un efecto dominó en toda la cadena de suministro automotriz.