Junta insta a Renfe a corregir su rumbo y sostiene que, bajo el liderazgo de Puente, Castilla y León siempre resulta perjudicada.
En un llamado a la acción unificado, el consejero de Economía y Hacienda de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha instado a todas las fuerzas políticas y sociales a colaborar para revertir la decisión de Renfe de eliminar frecuencias de tren en la región. Esta propuesta llega en un momento crucial, ya que el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha demostrado, según Carriedo, que "siempre perjudica a Castilla y León".
Durante una rueda de prensa celebrada este jueves, Carriedo expresó su rechazo contundente a la supresión de paradas de tren de alta velocidad en localidades como Sanabria, Medina del Campo y Segovia. Según él, esta decisión ha sido orquestada por Renfe y el Ministerio de Transportes y tiene un impacto negativo considerable en las áreas rurales y en el bienestar de la comunidad.
El Consejero detalló que este tema ha sido discutido en el Consejo de Gobierno y que, tras una reunión con el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, el responsable de Movilidad, José Luis Sanz Merino, llevará el descontento del gobierno regional a la mesa. La eliminación de estas paradas está programada a comenzar el 9 de junio y la Junta busca con urgencia que se revierta esta situación.
Carriedo ha atribuido la eliminación de las paradas a presiones del alcalde de Vigo, quien solicitó reducir las paradas en Castilla y León para optimizar los tiempos de viaje entre Galicia y Madrid. El consejero destacó que no hay una justificación válida para esta medida, recordando que incluso Renfe había calificado inicialmente esta solicitud como "sin sentido".
Subrayando el momento crítico de la temporada estival que se avecina, Carriedo advirtió que la supresión de estas paradas se produce cuando más se necesitan, tanto para los residentes del medio rural como para los turistas que visitan estas zonas. En este sentido, aseguró que la Junta se mantendrá firme en la defensa de los intereses de Castilla y León contra decisiones que amenazan la cohesión territorial.
Con la reunión programada, el director de Movilidad reforzará directamente la oposición a esta reducción de frecuencias y pedirá mantener los servicios existentes. Fernández Carriedo enfatizó que esta cuestión es especialmente crítica para aquellos trabajadores y estudiantes que dependen del tren y que la alternativa, muchas veces, es dejar sus hogares en el entorno rural.
Frente al argumento de Renfe sobre una supuesta necesidad de ampliar plazas, el portavoz autonómico argumentó que lo que realmente se necesita son mejores servicios en Castilla y León. Reiteró la importancia de mejorar la calidad y la frecuencia del transporte público en la región, en lugar de simplemente incrementar la capacidad.
Carriedo no dudó en afirmar que la Junta continuará su lucha por el transporte público en el medio rural y convocó a todos los actores políticos y comunitarios a unirse a esta causa para garantizar la conectividad y el avance de las áreas afectadas.
Asimismo, lamentó que la situación ferroviaria en la región no solo se vea afectada por recortes de servicio, sino también por un funcionamiento "deficiente" de los servicios que aún operan. El consejero describió la situación actual como un verdadero caos, algo que los ciudadanos pueden constatar por sí mismos.
Finalmente, Carriedo reafirmó que la Junta de Castilla y León persistirá en su compromiso con los intereses de la comunidad ante cualquier decisión que menoscabe la calidad de los servicios públicos, solicitando nuevamente la colaboración de todas las fuerzas políticas y sociales para cambiar esta delicada situación del ferrocarril y asegurar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.
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