VALLADOLID, 30 de marzo. En una reciente declaración, Alejandro Barriuso, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), ha destacado el óptimo estado de los embalses y las infraestructuras que supervisa su organismo, subrayando que su cuidado y mantenimiento han sido claves para manejar las variaciones climáticas de las últimas semanas.
Barriuso recordó que en enero se registraron “avenidas significativas” en áreas del norte de Palencia, donde los embalses del Carrión y del Pisuerga intervinieron eficazmente para mitigar el impacto de las lluvias intensas.
El director enfatizó la importancia de realizar “labores sustanciales de conservación y mantenimiento”, las cuales son esenciales para prolongar la vida útil de estas estructuras mientras se mantenga su necesidad. También hizo mención a la presa de Cervera, que celebró su centenario el año pasado, como un claro ejemplo de cómo una adecuada gestión permite que estas infraestructuras sigan funcionando correctamente.
Ante preguntas sobre la reciente gestión del agua, debido a las intensas precipitaciones, Barriuso explicó que uno de los roles fundamentales de los embalses que administra la CHD es equilibrar diferentes usos del agua y actuar en la regulación de avenidas, trabajo que han estado ejecutando en los últimos meses.
“La pluviometría generosa de este invierno ha conducido a significativos aportes a los embalses, y nuestra gestión se ha centrado en prevenir inundaciones río abajo, con el apoyo activo de las presas en esta labor”, detalló Barriuso, asegurando que los embalses han jugado un papel crucial en evitar desbordamientos.
Como ejemplo de esta eficaz gestión, Barriuso mencionó que en recientes episodios en el río Águeda, entre los embalses de Águeda e Irueña, se registraron flujos de más de 350 metros cúbicos por segundo, los cuales fueron controlados sin causar inconvenientes durante el posterior desembalse.
Asimismo, citó que en el río Tormes, a la altura de Santa Teresa en Salamanca, los caudales también superaron los 350 metros cúbicos por segundo. Barriuso también apuntó al río Adaja en Ávila como otro sector que ha enfrentado desafíos significativos este año.
Finalmente, remarcó que en la ciudad, antes de alcanzar el embalse de Castro de las Cogotas, el caudal llegó a los 140 metros cúbicos por segundo, que el embalse pudo contener y gestionar de manera eficiente, liberando el agua de forma controlada en los días y semanas siguientes. La mayoría de las fuertes precipitaciones se concentraron en marzo, especialmente en el sur de la cuenca, lo que ha puesto en relieve la necesidad de un sistema de gestión hídrica robusto y eficaz.
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