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Obras de la nueva estación de autobuses de Valladolid avanzan y se prevé finalización para otoño de 2026.

Obras de la nueva estación de autobuses de Valladolid avanzan y se prevé finalización para otoño de 2026.

La remodelación de la estación de autobuses de Valladolid avanza de acuerdo con lo planeado, según lo declarado por el consejero de Movilidad y Transformación Digital de la Junta de Castilla y León, José Luis Sanz Merino. Durante una visita realizada el pasado lunes, Sanz Merino señaló que si todo sigue el cronograma establecido, las obras deberían finalizar en otoño de 2026.

En su recorrido por la terminal, el consejero estuvo acompañado por el alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, quien también tuvo la oportunidad de revisar con detalle los planes de modernización que comenzaron oficialmente el 11 de abril tras la firma del acta de replanteo.

Los trabajos, que se extenderán por un periodo de 18 meses, están siendo ejecutados con una inversión de 4,8 millones de euros, resultado de un acuerdo entre la Junta y el Ayuntamiento de Valladolid firmado en abril de 2024 por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde Carnero.

Sanz Merino explicó que la remodelación de la estación había sido postergada por diversas razones, pero que fue necesario avanzar en esta iniciativa, ya que el Ayuntamiento de Valladolid tiene la visión de una ciudad que necesita modernizar su infraestructura. “No se podía retrasar más”, afirmó el consejero.

Es importante recordar que el convenio entre la Junta, el Ayuntamiento, Adif y Renfe firmado en 2017 contemplaba la creación de una nueva terminal de autobuses, que debería estar ubicada frente a la estación Campo Grande. Sin embargo, el cambio en la administración municipal y su enfoque en reanudar el soterramiento del ferrocarril han llevado a la decisión de remodelar la actual estación, que data de hace casi 50 años, aunque con la promesa de mantener la posibilidad de una terminal subterránea en el futuro.

El alcalde Carnero se refirió a la “nueva configuración” que tendrá esta zona gracias a las obras y a las mejoras realizadas en el viaducto de Arco de Ladrillo. Esta intervención, previamente prevista para ser demolida según el convenio de integración ferroviaria, ha sido reevaluada por el actual gobierno, que teme el impacto en el tráfico.

Las obras se realizarán en tres fases, como detalló el arquitecto Fernando Liébana, teniendo en cuenta las necesidades tanto de los operadores de autobuses como de los comerciantes dentro de la estación, y garantizando la seguridad y el flujo de pasajeros durante el proceso.

En la primera fase, que ya ha comenzado, se están adecuando las cuatro dársenas más cercanas a la calle Puente Colgante para permitir el almacenamiento de materiales y el traslado de los locales comerciales afectados, donde un total de nueve se moverán a espacios vacíos temporales. Además, se están reconfigurando las taquillas.

El acceso de los viajeros se mantendrá en las calles San José y Puente Colgante, con la intención de convertir esta última en el acceso principal en fases posteriores. También se comenzará a trabajar en la instalación de aerotermia en la zona exterior.

La segunda fase incluirá mejoras en el acceso desde la calle San José y en una serie de nuevas dársenas. Se delimitarán pasillos para facilitar el paso de peatones y se actualizarán las instalaciones sanitarias y áreas de servicio.

Finalmente, la última fase se dedicará a las dársenas restantes y se realizará una serie de adecuaciones para los negocios locales junto con la construcción de un nuevo ascensor y la finalización de las instalaciones de climatización.

El objetivo de estas obras es elevar la calidad del servicio a los usuarios, mejorar la eficiencia energética y modernizar una estación que recibe anualmente 5,2 millones de viajeros, convirtiéndose en una puerta de entrada fundamental para Castilla y León.

La intervención es parte del Plan de Modernización de la Junta que busca optimizar las infraestructuras de transporte, con una inyección de 40 millones de euros que se financian con fondos europeos y que ya ha permitido avances en varias ciudades de la región.