PALENCIA, 18 de abril.

En la noche de este Viernes Santo, Palencia será el escenario de una de las procesiones más emblemáticas de la Semana Santa: la de "Silencio y Penitencia", organizada por la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Nazareno. Este desfile partirá a la una de la madrugada desde la Plaza San Pablo, el corazón de la hermandad, y se distingue por su atmósfera oscura y mística.

Durante el recorrido, las calles de la ciudad quedarán envueltas en un profundo silencio, solo interrumpido por el sonido de los pasos de los cofrades. La penumbra se romperá brevemente con la luz de los cirios que los miembros de la cofradía portan, así como las velas que los palentinos han dispuesto en aceras y balcones, creando una atmósfera de solemnidad única.

Una de las características más notables de esta procesión es el simbolismo de las tres caídas. Estas se producen en momentos clave del recorrido: la primera en el Palacio Episcopal, la segunda en la Plaza San Antolín y la tercera ante la imponente Catedral, donde se representa el sufrimiento de Jesús, cada caída acompañada de una reverente genuflexión por parte de los hermanos de la cofradía.

En esta evocadora ceremonia, la figura de Jesús Nazareno, conocida como "El Viejo" —una talla de 1717 realizada por el escultor Tomás de la Sierra— es llevada sobre los hombros de los cofrades, quienes caminan descalzos como símbolo de humildad y penitencia. Cada uno de los tres puntos de caída representa un momento crucial del camino de Jesús hacia el Calvario, cargado del peso de la cruz.

Previo al inicio del desfile, todos los cofrades se unirán en una promesa de guardar silencio, y será el característico golpe del "tararú" el que dé inicio a esta conmovedora procesión desde la Plaza San Pablo.

Una vez concluido el recorrido, el paso se detendrá en la capilla de la Cofradía, donde, aún sobre los hombros de los cofrades, se leerá un emotivo soneto dedicado a Jesús Nazareno, cerrando así una ceremonia llena de fervor y recogimiento.